Si vas a sembrar las semillas, esparce una capa delgada de ellas sobre la superficie del suelo y cúbrelo ligeramente con una capa fina de tierra. Mantén el suelo húmedo pero no empapado durante el proceso de germinación, que generalmente tarda de 10 a 14 días.

Una vez que las plántulas hayan crecido lo suficiente, es importante adelgazarlas para permitir un buen crecimiento. Deja al menos 15-20 cm de espacio entre cada planta para que tengan suficiente espacio para desarrollarse.

El riego regular es esencial para mantener la salud de Bellis Perennis. Asegúrate de regarlas de manera adecuada, evitando el exceso o la sequedad del suelo. Si el clima es seco, riega las plantas al menos una vez por semana.

Para promover un crecimiento saludable y una floración abundante, puedes aplicar un fertilizante equilibrado una vez al mes durante la temporada de crecimiento. Sigue las instrucciones del fabricante para la dosificación adecuada.

En cuanto al cuidado de la planta, es importante eliminar las flores marchitas para fomentar una floración continua. Además, puedes recortar ligeramente las plantas después de la floración para mantener su forma compacta y evitar que se vuelvan leggy.

En regiones con inviernos fríos, es posible que Bellis Perennis necesite protección extra. Puedes cubrir las plantas con una capa de mantillo orgánico o trasplantarlas a macetas y colocarlas en un lugar protegido durante los meses más fríos.

Con estos cuidados básicos, podrás disfrutar de hermosas flores de Bellis Perennis en tu jardín durante la primavera y el verano. Su belleza y encanto seguramente añadirán un toque especial a tu espacio verde. ¡Disfruta de cultivar y cuidar esta maravillosa planta!

Fuente: https://www.homiful.com