Abel Moclan, investigador predoctoral adscrito a la Universidad de Burgos (UBU), al Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) y al Instituto de Evolución en África (IDEA), es el autor principal de un artículo publicado en la revista Ciencias Arqueológicas y Antropológicas , que aborda un análisis espacial de los restos faunísticos y útiles líticos de la ocupación neandertal del nivel F en el yacimiento del Abrigo Rupestre de Navalmaíllo (Pinilla del Valle, Madrid).
Los resultados sugieren un uso reiterado del sitio por partidas de caza que explotaron el espacio de manera muy esporádica, pero muy intensiva. Estos neandertales capturaron a sus presas (que eran principalmente grandes bóvidos y ciervos) cerca y las llevaron al sitio, donde hicieron un uso inicial de estos recursos animales antes de llevar la mayor parte del botín al punto de consumo final donde fueron compartidos con los resto del grupo.
Desde un punto de vista espacial, este estudio resulta interesante porque los autores demuestran que los restos dejados por las sucesivas visitas de grupos neandertales siguen un patrón de distribución muy desigual. La mayoría de las actividades se realizaban en una zona muy concreta de la cavidad, que probablemente era la más conveniente para su ocupación por ser la más plana y alta.
“Esto nos demuestra que estos grupos practicaban diferentes modelos de ocupación del espacio para adaptarse a sus necesidades, ya que el comportamiento espacial que identificamos en Navalmaíllo no coincide con el que vemos en otros campamentos de caza de la misma época”, afirma Moclán.