Suelo y drenaje: La Portulaca molokiniensis prefiere un suelo suelto y bien drenado. Asegúrate de plantarla en una mezcla de suelo específica para suculentas o agrega arena gruesa y perlita al sustrato para mejorar el drenaje.

Riego: Esta planta es resistente a la sequía y puede sobrevivir con poca agua. Evita el riego excesivo, ya que el exceso de humedad puede provocar la pudrición de las raíces. Riega moderadamente durante la temporada de crecimiento, permitiendo que el suelo se seque por completo entre riegos.

Temperatura y clima: La Portulaca molokiniensis prefiere climas cálidos y templados. Es sensible a las heladas y las bajas temperaturas, por lo que es mejor protegerla en invierno si vives en un área fría. En climas más fríos, puedes optar por cultivarla en macetas y trasladarla al interior durante el invierno.

Fertilización: Esta planta no requiere mucha fertilización. Puedes aplicar un fertilizante equilibrado de liberación lenta en primavera para promover un crecimiento saludable. Sigue las instrucciones del fabricante para la dosificación adecuada.

Propagación: Puedes propagar la Portulaca molokiniensis fácilmente a través de esquejes de tallo. Simplemente corta un trozo de tallo sano y déjalo secar durante unos días. Luego, planta el esqueje en un sustrato adecuado para suculentas y mantenlo ligeramente húmedo hasta que enraíce.

Plagas y enfermedades: En general, esta planta es resistente a las plagas y enfermedades. Sin embargo, debes prestar atención a posibles ataques de cochinillas o pulgones. Si notas signos de infestación, puedes tratar la planta con un insecticida adecuado o utilizar métodos naturales de control de plagas.

La Portulaca molokiniensis es una planta de bajo mantenimiento que agrega un toque tropical a cualquier espacio. Con los cuidados adecuados, podrás disfrutar de sus hermosas hojas y flores durante mucho tiempo. Añade esta fascinante suculenta a tu colección y disfruta de su belleza única.

Fuente: https://www.homiful.com