La amarilis es una hermosa planta de interior que puede traer color y elegancia a tu hogar. Aquí tienes algunos consejos sencillos para cuidarla adecuadamente:

Ubicación adecuada: Coloca tu amarilis en un lugar luminoso donde reciba luz indirecta intensa. Evita la exposición directa al sol, ya que puede quemar las hojas.

Riego adecuado: Riégalas de manera regular pero evita el exceso de agua. Permite que la capa superior del suelo se seque antes de volver a regar. Asegúrate de que la maceta tenga buen drenaje para evitar el encharcamiento.

Temperatura y humedad: La amarilis prefiere temperaturas entre 18°C y 24°C. Evita los cambios bruscos de temperatura. Además, proporciona una humedad moderada colocando la maceta sobre una bandeja con piedras y agua para mantener un ambiente húmedo alrededor de la planta.

Fertilización: Durante la etapa de crecimiento activo, puedes fertilizar la amarilis una vez al mes con un fertilizante líquido equilibrado. Sigue las instrucciones del producto y evita la sobrefertilización, ya que puede dañar la planta.

Control de plagas: Mantén un ojo vigilante en busca de posibles plagas como pulgones o ácaros. Si los detectas, utiliza un insecticida adecuado y sigue las instrucciones para eliminarlos.

Reposo y floración: Después de la floración, la amarilis entra en una fase de reposo. Reduce gradualmente el riego y deja que las hojas se marchiten naturalmente. Durante este período, coloca la planta en un lugar fresco y oscuro durante unas 6-8 semanas. Después, puedes reiniciar el riego y colocarla nuevamente en un lugar luminoso para estimular la floración.

Recuerda que cada planta puede tener necesidades ligeramente diferentes. Observa de cerca tu amarilis y ajusta el cuidado según sus señales. Con un poco de atención y amor, disfrutarás de hermosas flores de amarilis en tu hogar durante muchos años.

Fuente: https://www.homiful.com